Extendemos por el mundo nuestra excelencia en ingeniería

Tras más de 18 años en ACCIONA, esta ingeniera de Caminos cambió la cálida Andalucía por la fría Canadá, pero sigue desarrollando, con la ilusión del primer día, grandes proyectos constructivos en un mercado apasionante.

¿Cómo es su experiencia profesional en Canadá?

Todo un reto. Canadá, que ya fue una de las primeras apuestas de ACCIONA, presenta un mercado muy interesante, habida cuenta del marco legal por el que se rige y de que es un país con destacables riquezas naturales, lo que se traduce en grandes e importantes proyectos de Ingeniería e Infraestructuras.

¿Cree que la ingeniería española es de primera división?

Es de primera y estamos entre los líderes. Extendemos por el mundo con orgullo la excelencia de la ingeniería española en general y el saber hacer de ACCIONA, en particular. Ambos son cada vez más valorados.

Y Canadá parece un lugar apropiado para demostrarlo…

Efectivamente. Hay muchas obras por hacer y en las que poder aplicar nuestra tecnología y experiencia. Ahora mismo, estamos construyendo la autopista Southeast Stoney Trail, uno de los ejes del plan de transportes de Calgary, que prevé inaugurarse a finales de 2013, y la autovía Windsor Essex Parkway, en Ontario, de unos 11 kilómetros, prevista para 2014. Además, estamos muy atentos a todas las oportunidades que están surgiendo para el futuro más próximo.

Construir a temperaturas tan frías no será fácil

Es una variable más del problema. Tampoco es fácil a 40º C... Pero en ACCIONA estamos acostumbrados a desarrollar nuestros proyectos con la máxima calidad y eficacia en las condiciones más extremas, e incluso adversas. Por ello, y dados, además, los años que llevamos aquí, ya sabemos trabajar a esas temperaturas, que se registran sobre todo en algunas zonas del este del país: son áreas que tienen casi seis meses de duro invierno, según los cánones españoles, con muchos días de temperaturas bajo cero de noviembre a marzo. Es cierto que a temperaturas así los costes pueden incrementarse hasta un 20% y que la productividad puede disminuir en ese mismo porcentaje, pero ACCIONA está trabajando para superar paulatinamente estas adversidades.

¿Hay algún truco para amoldarse?

No hay trucos. La ingeniería, que es el resultado de la aplicación práctica de una base científica y de la experiencia, nos permite considerar que el trabajo en invierno y en condiciones climáticas extremas no es más que una variante añadida al oficio de construir, puesto que, por ejemplo, aunque pareciera fácil excavar en tierras
heladas, durante muchos meses si queremos avanzar en los trabajos
necesitaríamos equipos mucho más potentes y tener en cuenta el grado
de congelación y las características físicas del material a efectos de su
reutilización y, actividades como la pavimentación, están totalmente
vedadas. Por otro lado, en situaciones no extremas, se puede trabajar en el hormigón con protecciones contra las temperaturas bajas calefactándolo. Estamos trabajando con nuestro equipo de I+D para mejorar las diferentes tecnologías.

Mas allá de aspectos técnicos, hay que tener en cuenta el factor humano, el frío extremo reduce los rendimientos de las personas y esto se traduce en mayor costo, si lo comparamos con otras zonas donde el clima no es tan extremo.

ACCIONA fue la primera empresa española en adjudicarse un contrato PPP en Canadá, con el Hospital Royal Jubilee. ¿Es el modelo de colaboración público-privada la única solución para desarrollar grandes proyectos de obra pública en tiempos de crisis?

Desde luego, es una buena alternativa, porque el sector financiero se asegura una rentabilidad, las administraciones pueden permitirse mejorar su red de infraestructuras sin poner en riesgo sus cuentas y las empresas mantenemos la actividad.

¿Y España sigue teniendo carencias destacadas en infraestructuras?

Más bien lo contrario. Las infraestructuras españolas tienen un alto nivel de calidad y podemos presumir de ellas. Lógicamente, hace 20 años éramos un país con deficiencias en este sentido, pero ahora la situación es distinta. Eso no es óbice para dormirse en los laureles: hay que seguir trabajando, no olvidarse del mantenimiento de las actuales redes viales, apostar, por ejemplo, por potenciar el transporte ferroviario de mercancías, mejorar las infraestructuras de agua…